en un planeta lejano, una niña soñaba que todos podían ser felices, llenos de energía y la encarnación de la magia, incluida ella misma.

Incluso esta joven pensó que estaba buscando tener razón y no estar equivocada siendo lo suficientemente perfecta, lo suficientemente hermosa, lo suficientemente agradable, pero nada de eso la hizo feliz. Hasta que un día, eligió la conciencia sobre lo correcto, la conciencia sobre lo incorrecto y estar tranquila en su cabeza. 

Cada vez que eligió no juzgarse a sí misma ni a los demás, cuestionar en lugar de concluir y ser feliz incluso cuando podía encontrar un millón de razones para no serlo,

fundamentado más.

Y luego se dispuso a invitar a otros a la felicidad y la conciencia; no por tener razón sino por ser más consciente. 

Ella fue criada por un

así que ella tuvo sabiduría y supo que si alguien podía o no elegir, nunca hacerlo. Solo para invitarlos, porque cuando eligieran por sí mismos, ella sabía que serían sus dueños para siempre. Y así viajó por muchas tierras, universos y mundos y encontró muchas nuevas perspectivas de posibilidades. Todo el tiempo invitando a la gente a la conciencia. 

Los elementos de la conciencia comenzaron a regresar a la gente de la tierra. Los elementos de la conciencia fueron convocados de regreso a la gente desde su lugar de destierro y se entrelazaron con aquellos que convocaron más conciencia en sí mismos. 

una fuente que solo tú puedes ser. No se te puede dar ni quitar, pero se puede dejar sin explotar y sin acceso.

Eres un regalo, entre todo lo que crees que está mal contigo. Entre la locura de los demás, eres un regalo. Siempre has sido un regalo, siempre has sido cuidado por la conciencia, incluso cuando la rechazas al juzgarte a ti mismo.